Sibila
La serie “Sibila” narra la historia del personaje Onyx. En ella se cuenta la importancia de la feminidad y su represión histórica desde una perspectiva fantástica. También se entiende la magia como manifestación herética de poder disidente. Fue publicada online en los meses de noviembre y diciembre de 2019.
1/5 Desde hacía eones una entidad alienígena vagaba por el universo alimentándose de rayos gammas procedente de estrellas moribundas. Autoconsciente de que su propio fin se acercaba, la entidad comenzó a disgregar su masa por diferentes rincones del universo, buscando un lugar donde anidar y autoconcebirse. Uno de aquellos pedazos viajó durante millones de años a través de Andrómeda y la Vía Láctea. En el siglo VII a.c entró en la atmósfera terrestre.
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El fragmento fue encontrado en una aldea a orillas del río Tibur antes de la fundación de Roma. Las mujeres recolectoras de la aldea no supieron identificar su procedencia y composición, así que decidieron guardar bajo secreto la sustancia caída del cielo. No pasó mucho tiempo hasta que consideraron la sustancia un regalo divino enviado para protegerlas de saqueos y ataques de aldeas vecinas.
Desconocedoras de su naturaleza y fascinadas por su misterio, decidieron usar sus conocimientos mágicos para desentrañar su poder. Lo mezclaron entonces con trigo y hierbas, y lo ingirieron como bebida sagrada
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La bebida les dotaba de capacidades precognitivas. Cada vez que la ingerían, el futuro, pasado y presente se desdoblaba ante sus ojos y viajaban entre los intersticios del tiempo. Su piel se tornaba multicolor y sus ojos negros como el cielo sin sol.
Con el tiempo, las mujeres más importantes de la aldea usaron este poder para adquirir influencia en círculos más poderosos de la Roma creciente, siendo susurradoras de premoniciones y sacerdotisas de la adivinación. En honor a Nyx, la diosa de la noche, y a las mil personificaciones del sueño, Oniros, llamaron a la sustancia “Onyx”. Un nombre solo conocido por sus guardianas, las misteriosas mujeres conocidas como “Sibilas”
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Las Sibilas alcanzaron el poder desde las sombras, siendo maestras de los secretos y gobernadoras del futuro. Emperadores y guerreros sucumbían a su susurro y obedecieron sin resistencia durante siglos. Pero por mucho que supieran los caminos del destino, no podían evitar su consumación.
Con el tiempo llegaron los años de decadencia del imperio. La cúpula gobernadora de Roma adaptó una nueva religión que impuso a la fuerza con el fin de intentar controlar su propio desmoronamiento. Cualquier forma de espiritualidad, magia o religión fuera de sus límites serían castigadas con la muerte. Las sibilas fueron acusadas de paganía y perseguidas, siendo asesinadas y quemado todo rastro de su influencia. Sólo una de ellas consiguió escapar, encontrando refugio en una cueva escondida en las montañas.
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La última Sibila huyó con todo el Onyx que quedaba, evitando así que cayera en manos equivocadas. Turbada por el miedo y la desesperación, su comportamiento se tornó violento y autodestructivo. Vivió sus últimos días en un delirio lisérgico constante que acabaría con su muerte décadas después.
Lo único que dejó de su misterio sagrado es un manuscrito en hoja de palmera, donde se hablaba de la sustancia sagrada y se leía una extraña canción: el canto de la última sibila. En el mismo también describe lo que es el “Onyx”, sustancia que le daba poder y la consumía. Sus últimas palabras son una referencia a su última premonición: el fin de todo. El colapso del tiempo y del espacio, un momento mágico y delirante que ella misma, la última sibila, nombra con tres palabras: el Onyx liberado.